El joven príncipe de Jutland, Amled, es testigo del asesinato de su padre, el rey Hardvendel, en manos de su tío Fenge. Para evitar ser asesinado finge locura y comienza a planear la venganza perfecta.
Royal Deceit o Prince of Jutland es una adaptación de la historia en la que se basaron para crear Hamlet.
Tengo que escribirlo, la película es hilarante y no es comedia, la producción es tan mala y algunos aspectos están tan descuidados que es imposible no enamorarse de los errores que se ven y de las escenas tan mal rodadas.
La historia pues es Hamlet a la Dinamarca jaja, es bastante interesante y pues se le saca provecho, las actuaciones son correctas pero todos los involucrados se ven afectados por la mediocre dirección de Gabriel Axel.
El elenco es llamativo y talentoso pero es raro verlos en un producto de esta calidad; Mirren, Byrne y un joven Bale hacen lo posible por sacar adelante a sus personajes y lo hacen bien, Beckinsale estaba de paso ya que sólo sale de adorno.
Una buena historia y buenos actores desperdiciados en una pobre producción, no la critico demasiado ya que pues se nota el bajo presopuesto pero el director Axel desaprovechó los elementos con los que contaba. Aún y con sus muchos defectos, la película resulta ser a la mar entretenida y saca unas buenas risas, se convierte en un placer culpable.
Miramax lanzó la película incluyendo a un narrador, modificando la edición e insertando algunas escenas y sonidos, esto ayudó considerablemente a la calidad de la misma pero aún así se nota bastante irregular.
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